DISEÑO DEL FUTURO

Bienvenidos de nuevo a mi blog! Tras haber estado un tiempo sin publicar ninguna entrada, estamos aquí de nuevo con un tema bastante interesante: el diseño del futuro. Vamos a hablar sobre este tema de la mano de Neri Oxman.


Neri Oxman es una diseñadora de origen israelí que imparte clases en el MIT, uno de los mayores laboratorios a nivel mundial y de donde salen la mayor parte de los inventos más útiles y revolucionarios. Tiene estudios en medicina, pero decidió enfocar su carrera profesional más a la arquitectura y el diseño. Pocos años después de unirse al MIT, abrió su propio laboratorio al que llamó MaterialEcology. En él, estudia sobre todo nuevos materiales que sean ecológicos, respetuosos con el medio ambiente y que a la vez, sean prácticos, es decir, que tengan más utilidad que la de formar una estructura o una pieza de ropa.


Un ejemplo de su trabajo es una colección de ropa que sacó cuya materia prima eran bacterias. Todas las prendas estaban designadas con el nombre de un planeta y, de la que vamos a hablar se llama Júpiter. Por una parte se utilizaron cianobacterias y por otra parte escherichia coli. Aparte del buen resultado estético que estas produjeron, estas ropas conseguían transformar la luz del día en sacarosa con la simple acción de estas dos bacterias que, en el medio ambiente no llegan a relacionarse pero aquí lo hicieron.

Otro de sus proyectos destacados es la construcción de un pabellón fabricado a partir de las fibras de seda que tejió un robot, el silk pavilion. Este proyecto se creó con el fin de entrelazar la fabricación biológica con la digital a escala arquitectónica.

Este proyecto se inició con el tejido digital de un robot y finalizó con 6500 gusanos de seda que contribuyeron a esta obra. El resultado fue extraordinario, pues combinada la estructura del hogar de estos animales con la capacidad del robot para crear un espacio funcional para el ser humano.

Para llegar a hacer este pabellón se tuvo que comprobar con anterioridad que los gusanos no solo tejían en forma de capullo como estamos acostumbrados a ver, sino que lo hacían adaptándose a alguna forma que utilizaban como base, en el caso de los capullos su propio cuerpo.

A pesar de las pocas mujeres que hay en la ciencia, este es un gran ejemplo de que todo lo que nos propongamos podemos llegar a conseguirlo pudiendo incluso cambiar el mundo tal y como lo conocemos sin importar nuestro género.



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