NUEVAS TECNOLOGÍAS Y CONSECUENCIAS

Bienvenidos al blog, hoy vamos a hablar sobre alguno de los peligros que presenta el mal uso de las tecnologías enfocado a los jóvenes y a la mala influencia que éstas pueden tener en sus vidas.

Es indudable que las nuevas tecnologías han avanzado a pasos agigantados durante las últimas dos décadas; hemos pasado de ver la televisión en blanco y negro a poder llevar la televisión en nuestros smartphones a todos lados y disfrutar de las emisiones en cualquier momento. Pero, a pesar de que su uso a beneficiado a millones de personas, también a perjudicado a otras tantas. 

Los más jóvenes que han crecido ya en la era tecnológica no conciben la vida sin acceso a Internet, sin dispositivos electrónicos o sin poder comunicarse con sus amigos a cualquier hora del día, y, tanto es así, que en muchos estos ha supuesto una gran adicción necesaria de tratar con urgencia. Este es uno de los efectos más conocidos de las nuevas tecnologías, pero hay muchos otros. Un ejemplo es la suplantación de identidad, que, aunque suene de película de terror, es ciertamente real.

Se considera suplantación de identidad toda acción en la que una persona se haga pasar por otra para llevar a cabo actividades de carácter ilegal. Se tienen datos de que con el uso de las redes sociales, el numero de casos ha incrementado, pues existen, increíblemente, aplicaciones que facilitan este delito.

El caso más común y que más sufren los jóvenes es la creación de perfiles con su nombre donde se suben fotos suyas ofensivas o se hacen montajes de fotos suyas normales con un carácter burlesco. Los creadores de estos perfiles se ven impulsados frecuentemente por venganza, envidia, odio... En muchas ocasiones y, aunque el delincuente no se de cuenta, le están creando daños psicológicos a la persona a la que se suplanta la identidad. 

Otro de los casos de suplantación es el de publicaciones sobre cierta persona que, en teoría, ofrece sus servicios a cambio de dinero o, incluso gratuitamente. En estos casos, el suplantador pone el numero de teléfono real de la víctima y esto hace que esta ultima no pare de recibir llamadas. Todos los casos de suplantación están considerados por la ley y el suplantador podría ser castigado con una pena de prisión de seis meses a tres años, dependiendo de la gravedad de la situación

Este problema está estrechamente relacionado con otro de los más frecuentes: la pérdida de la privacidad de una persona. A través de las nuevas tecnologías, es posible saber donde se encuentra una persona en todo momento y, por tanto, con quién está y qué están haciendo. Otro de los problemas es cuando colgamos erróneamente una imagen en las redes sociales, y, aunque la borremos inmediatamente, esta imagen ya ha sido guardada en la nube y puede ser vista por miles de personas, lo que nos podrá suponer en un futuro perder el trabajo o directamente, no conseguirlo. Muchos pensaréis: a mí esto me da igual porque yo no utilizo las redes sociales; el problema radica en que cualquier información, conversación, foto, vídeo, etc. que guardemos en nuestros teléfonos móviles, será accesible para todos aquellos que dominen las nuevas tecnologías, que afortunada o desgraciadamente, cada día son más.

Con todo esto podemos concluir que las nuevas tecnologías suponen un avance dentro del buen uso de estas. Si controlamos en todo momento lo que sale de nuestros móviles y lo que almacenamos en ellos, no hay ningún problema, pero, de lo contrario, deberemos atenernos a las consecuencias, pues ya estábamos avisados.



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