CRIOCONSERVACIÓN
Buenos días, estamos una semana más en el blog para presentar un tema científico. Hoy vamos a hablar de un problema tecno ético, es decir, un avance científico que todavía no está decidido y aceptado como ético. En este post vamos a hablar sobre la congelación de embriones.
Es una técnica empleada tras la inseminación artificial, generalmente en clínicas de reproducción asistida, y que consiste en la congelación de los embriones sobrantes por si, en caso de fallo en la implantación o que en un futuro, se quiera repetir el proceso, no sea necesaria la extracción de óvulos con todo lo que esto conlleva. Esto también se lleva a cabo con el fin de crear bancos de embriones para la adopción prenatal o para personas interesadas en la gestación subrogada.
Vamos a ver por encima el proceso de crioconservación que es así como se conoce a esta técnica. Se introducen los embriones en un líquido que los prepara para la congelación y, después de esto se va bajando la temperatura ala que se encuentran hasta llegar a los -196º. Con esto, se logra inmovilizar y detener casi por completo sus funciones biológicas. Cuando se necesiten de nuevo, se descongelarán y se someterán a un proceso de lavado del crioprotector en el que se habían introducido los embriones.
El problema de este técnica viene en la congelación y posterior descongelación, que es cuando más sufren los embriones. Esto puede causar en el embrión daños irreversibles hasta el punto de causar la muerte en un 30% de ellos. Está mal visto moralmente porque no se utilizan los embriones para su propio beneficio sino para su posterior implantación, es decir, a pesar de estar dañado, no se investigarían posibles curas para él.
Además, cuando un embrión ha sido fecundado, es cuando debe seguir su curso, ya que es el proceso natural que debería seguir. Con esta técnica, lo estaríamos privando de la vida en unas condiciones apropiadas que no interfiriesen en la medida de lo posible (teniendo en cuenta que son empleado en fecundación in vitro) para su correcto desarrollo.
Aparte de todo este dilema, nos encontramos con la pregunta de qué hacer con los embriones sobrantes. Pueden ser muchas las causas de que ya no se necesiten o se quieran estos embriones, pero al fin y al cabo ya son formas de vida humana. se proponen alternativas como la destrucción de los mismos, su venta para su uso como material biológico, la experimentación con ellos o su congelación indefinida para ver cuanto tiempo podrían sobrevivir
Se cree que la mejor de las opciones sería conservar esos embriones congelados con el fin de que, en un futuro, una
pareja los adopte y les de al fin su derecho a la vida. Esto también crearía un dilema moral pero, no vamos a ser nosotros quien lo planteemos.
Es una técnica empleada tras la inseminación artificial, generalmente en clínicas de reproducción asistida, y que consiste en la congelación de los embriones sobrantes por si, en caso de fallo en la implantación o que en un futuro, se quiera repetir el proceso, no sea necesaria la extracción de óvulos con todo lo que esto conlleva. Esto también se lleva a cabo con el fin de crear bancos de embriones para la adopción prenatal o para personas interesadas en la gestación subrogada.
Vamos a ver por encima el proceso de crioconservación que es así como se conoce a esta técnica. Se introducen los embriones en un líquido que los prepara para la congelación y, después de esto se va bajando la temperatura ala que se encuentran hasta llegar a los -196º. Con esto, se logra inmovilizar y detener casi por completo sus funciones biológicas. Cuando se necesiten de nuevo, se descongelarán y se someterán a un proceso de lavado del crioprotector en el que se habían introducido los embriones.
El problema de este técnica viene en la congelación y posterior descongelación, que es cuando más sufren los embriones. Esto puede causar en el embrión daños irreversibles hasta el punto de causar la muerte en un 30% de ellos. Está mal visto moralmente porque no se utilizan los embriones para su propio beneficio sino para su posterior implantación, es decir, a pesar de estar dañado, no se investigarían posibles curas para él.
Además, cuando un embrión ha sido fecundado, es cuando debe seguir su curso, ya que es el proceso natural que debería seguir. Con esta técnica, lo estaríamos privando de la vida en unas condiciones apropiadas que no interfiriesen en la medida de lo posible (teniendo en cuenta que son empleado en fecundación in vitro) para su correcto desarrollo.
Aparte de todo este dilema, nos encontramos con la pregunta de qué hacer con los embriones sobrantes. Pueden ser muchas las causas de que ya no se necesiten o se quieran estos embriones, pero al fin y al cabo ya son formas de vida humana. se proponen alternativas como la destrucción de los mismos, su venta para su uso como material biológico, la experimentación con ellos o su congelación indefinida para ver cuanto tiempo podrían sobrevivir
Se cree que la mejor de las opciones sería conservar esos embriones congelados con el fin de que, en un futuro, una
pareja los adopte y les de al fin su derecho a la vida. Esto también crearía un dilema moral pero, no vamos a ser nosotros quien lo planteemos.
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